No hay duda de que la tecnología ha ido moldeando diferentes industrias conforme se van desarrollando nuevas estrategias y elementos que facilitan y optimizan los procesos que se requieren y son utilizados. En recursos humanos, esto no se queda atrás.
¿Qué tal suena el utilizar juegos en espacios donde no se esperaría que se usaran, como lo es en reclutamiento y selección?
¡Suena raro! Pero la gamificación es una técnica que se utiliza para el proceso de aprendizaje, que traslada la mecánica del juego “normal” a espacios laborales o profesionales con la finalidad de obtener mejores resultados ya sea en recompensas, obtención de habilidades, de absorber conocimiento o en el caso de reclutamiento y selección de personal, es utilizado para conocer las competencias y habilidades de un candidato que aplica para una vacante.
Esta tendencia es un gran terreno para desarrollar este objetivo porque genera menos presión para el candidato demostrando resultados más objetivos y también recibe una experiencia positiva que generará valor dentro del proceso y que potencializa la imagen corporativa de la empresa.
Los Currículums, las referencias laborales y personales, pruebas psicométricas o proyectivas y cada una de las entrevistas dentro de un proceso de selección son aún utilizadas y siguen siendo funcionales, pero ¿Por qué no utilizar y tomar apoyo de la tecnología para mejorar y potenciar los resultados?
Los beneficios que estos procesos lúdicos ofrecen al reclutador y a la empresa son muy grandes, empezando por el ahorro del tiempo de una atracción del personal, la objetividad por el uso de algoritmos en estos sistemas de juego, teniendo una impresión innovadora por parte de la empresa a la que se quiere ingresar y uno de los puntos más importantes es que se puede lograr visualizar cuando un candidato tiene talento. Cuando se realiza un juego, se diseña específicamente para medir algunos atributos, teniendo claro qué es lo que se evalúa, se tendrá una forma precisa de conocer cuáles son los candidatos viables y que se asemejan al perfil que se está buscando cubrir, por todo lo explicado anteriormente, se genera a los postulantes una oportunidad de realizar este proceso de selección de forma más real dejando de lado alguna cuestión que pueden traducirse en prejuicios o discriminación como lo son la edad, el sexo, la orientación o los niveles de estudio. Recordemos que para obtener un job performance esperado, lo más importante es conocer las competencias cognitivas de los candidatos.